MARIA, MADRE DE JESÚS
EL MANTO PROTECTOR DE LA VIRGEN
María es la mujer más ilustre en la Biblia. Ella es la madre de Jesucristo. También se la denominará Madre de Dios, reina de los cielos o Madonna (En italiano, mi Señora la Virgen María). Lleva un manto color azul con un ribete dorado y un vestido verde o rojo. En un principio es mostrada como una reina sobre el trono, más tarde se la representará como madre y mujer. Ella es la soberana compasiva y protectora de los creyentes. Esto lo muestra la imagen del manto protector de la Virgen según la costumbre medieval del “Manto protector”: mujeres nobles que rezan en ayuda por los que buscan protección, teniendo dichas personas el derecho de concesión bajo su manto. Así se convirtió también María en la intercesora de Dios. María extiende su manto y bajo el mismo concede a personas su protección.
– De Mich(a)el Erhart (en torno a 1445 y hacia 1522): “Ravensburger Schutzmantelmadonna”, 1648, escultura de madera, Bode-Museo, Berlín.
LA LUNA A LOS PIES DE LA VIRGEN
A menudo María es mencionada como “Nuestra querida Señora” o abreviado “Nuestra Señora”. En alemán “Unsere liebe Frau” y “Liebfrauen”. La palabra Frau (mujer) tiene el antiguo significado de “Dueña” (“Frouwe” era el femenino de “Frô”, y en el alto alemán medio era para “Señor” – La palabra Frondienst significó “Servicio al Señor”). Si las iglesias se denominan “Liebfrauen” o “Unser Lieben Frauen”, no se refieren al plural, sino a la antigua forma del genitivo de la palabra “Frau”. En la oración católica, María será mencionada como “Nuestra querida Señora”. Muchos conventos, monasterios y otras comunidades en las que los miembros están cerca entre sí, llevan este nombre. A veces aparece María de pie o sentada sobre una luna. Esa representación se denomina “La luna a los pies de la virgen”. María es la mujer halo de la luz eterna del sol que aparece rodeada con su hijo divino. La luna bajo sus pies representa lo efímero y el constante cambio.
– De Niklaus Weckmann el antiguo (en Ulm 1481–1526): Thronende Madonna mit dem Kinde auf der Mondsichel, fragmento de un retablo del gótico tardío (En torno a 1510–20), Kunsthistorisches Museum Viena.
LA ANUNCIACIÓN (EL SALUDO INGLÉS)
En el Nuevo Testamento de la Biblia, cuentan Mateo y Lucas que el Espíritu Santo está con María. Y ella, inmaculada, tendrá un hijo, el “Hijo del Altísimo”. El mensaje lo revela un Ángel (el Ángel Gabriel). Esta escena se llama la anunciación (“Englischer Gruß”). Gabriel le dice a María: “No temas. Porque ninguna cosa será imposible para Dios”. Con frecuencia el Espíritu Santo es representado con la imagen de una paloma, símbolo de la paz, la misma que Pablo Picasso habría utilizado. El Ángel lleva en la mayoría de los casos un lirio blanco en señal de la gracia dada a María. Después de enterarse, que está embarazada, canta una de las canciones más bonitas de la biblia, que se llama según su primera palabra en latín: “Magnificat”. Hoy día es cantada en todas las iglesias cristianas: “Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gozo, al contemplar la bondad de Dios mi salvador […] Pues ha hecho en mi favor, cosas grandes y maravillosas, el que es Todopoderoso y su nombre infinitamente santo”.
– De Bartolomé Esteban Murillo (1617–1682): “La Anunciación”, 1648, Museo del Prado, Madrid
SANTA ANA TRINITARIA
La vida de María no se va a describir en la Biblia, sino en el célebre libro medieval Volksbuch(escritos populares), de la “Legenda Aurea”. La Incorporación de la abuela Ana es importante para la comprensión de la iglesia y la familia. Ana lleva un pañuelo, María una corona. La imagen se denomina “Santa Ana trinitaria”. Hay imágenes de la gran familia con los abuelos Ana y Joaquín, María con su esposo José y el Niño Jesús.
– Del ala lateral del tríptico “La Sagrada Familia”, en torno a 1480, St. Nicolás-iglesia de Stralsund.
MARÍA CON EL NIÑO, LA HUIDA A EGIPTO
La imagen de María con el Niño Jesús es la representación más conmovedora de la Biblia: una madre feliz con su bebé. Ya desde el siglo II hay imágenes de ello. En aquel tiempo se mostraba a María en la majestuosidad como reina de los cielos, generalmente muy solemne y austera sobre un trono, con el Niño Jesús sobre su regazo, en posición frontal al igual que ella. Desde el año 1200 se muestra a María cada vez con rasgos más maternales y femeninos. Ella presta atención a su hijo. Su afecto se manifiesta en una relación íntima de madre-hijo. Coge al Niño Jesús sobre sus brazos, lo sujeta de forma segura y lo muestra llena de júbilo. Con frecuencia Jesús lleva consigo un símbolo de su posterior vida (o bien un globo del mundo o bien una manzana como señal del nuevo hombre). Hay también asiduamente imágenes conjuntas de la pequeña familia María y el Niño Jesús con José (una familia de retazos hace 2000 años; en Navidad en Belén o en la huida a Egipto antes del procesamiento de Herodes.
– De Raffael da Urbino (1483–1520): “La Madonna Sixtina “, 15212–13, Gemäldegalerie Alte Meister, Dresden.
– De Veit Stoß (1447–1533), Relieve de madera del altar de María, Catedral de San Pedro y San Jorge, Bamberg.
NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
Nuestra Señora de los Dolores (en latín Mater dolorosa), que representa una madre llena de desazón, y la Piedad, que muestra a María con su fallecido hijo junto a la cruz, sirven de ejemplos de la pena de María sobre la muerte de su hijo. Su luto personifica el sufrimiento de todas las madres con hijos que han fallecido o han sido asesinados. Muchos monumentos conmemorativos de guerra bajo otros de Käthe Kollwitz (1867–1945) y Ernst Barlach (1870–1938) representan ese motivo.
– De Michelangelo Buonarroti (1475–1564): “La Piedad del Vaticano”, 1498–99, mármol, San Pedro del Vaticano, Roma.
MARÍA, MADRE DE DIOS
– De Raffael da Urbino (1483–1520): “La Madonna Sixtina”, 1512–13, Gemäldegalerie Alte Meister, Dresden.